Producir en Chile, por ser la zona más austral del mundo, es un desafío que se premia en calidad. A diferencia de las condiciones en países tropicales, en nuestra zona la especie debe resistir el frío de las noches, dándole una característica única y especial. La subespecie japónica es la que se adapta a estas condiciones más frías y es en ese universo de variabilidad genética donde se buscan las variedades más especiales y ajustadas al exigente y evolutivo paladar de nuestros clientes. En nuestros predios hemos probado por más de 30 años muchas maneras de hacer el cultivo y se han probado muchas variedades en base a trabajos desarrollados con las principales instituciones de investigación del país y del extranjero. Hemos alcanzado una calidad reconocida por nuestros clientes entre los que se cuentan los principales restaurantes y distribuidores del rubro en Chile.